La Seguridad Privada es un servicio transversal, por lo que el Vigilante de Seguridad tiene que desarrollar su trabajo en diferentes escenarios y condiciones dependiendo del servicio, del cliente, de la legislación aplicable… Por ello, la normativa contempla una formación específica obligatoria que el Vigilante ha de realizar previamente a trabajar en determinados servicios. En los cursos se verán las características de cada servicio, protocolos de actuación, riesgos asociados y normativa legal específica.

Esta formación, para ser válida, ha de tener una duración mínima de 10 horas presenciales y ser realizada en Centros de Formación autorizados por el Ministerio de Interior.